COMENTARIO PREVIO DE: Osvaldo Buscaya
a) {No sobra el Ministerio de igualdad. Sobran incompetentes dirigiéndolo}
Pues, llenas de tales “equívocos”, está la “normativa legal” de la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, en las que fundamenta la situación femenina, al mismo tiempo que procura en su contradictoria ética y moral, el aplicarla sobre la mujer para desembarazarse de su “inoportuna” presencia, en el contexto de lo “humano”; legalidad que en realidad va dirigida a los varones que, a la inferior condición de la mujer. Desde la transmisión oral, escrita y actual, ese doble sentido del Estado de Derecho se basa en el “simbolismo”, que ya encontramos en el origen de la rebelión en la horda primordial; es decir, la equivalencia del Totemismo y el Tabú, con el desprecio a la mujer y con el proceso edípico “olvidado”. Hace largo tiempo, que la mujer se ha “acostumbrado” a estar sometida y para lo femenino es muy “apropiado”, recibir aquello que el transexual ecuménico perverso macho se digne ofrecerle; es una realidad “discursiva” que se transparenta directamente en las acciones del patriarca.
b) {No menos urgente es corregir las leyes sexistas aprobadas recientemente. Igualmente, promover una educación afectivo sexual integral que, además de enseñar la prevención de las enfermedades de trasmisión sexual y los embarazos no deseados, eduque integralmente a los y las adolescentes en materia de sexualidad, lo que obliga a ofrecerles una visión positiva y responsable del sexo, siempre con información acorde a su grado de madurez, como un espacio en el que la comunicación, la libertad, el respeto y el escrupuloso cuidado por el bienestar, la igualdad y la dignidad del otro y de uno mismo a través del buen trato, el afecto y la complicidad son ingredientes indispensables.}
Pues, mis afirmaciones, han tenido que parecer extrañas, sin duda alguna, con la sospecha que atribuimos al obrar del transexual ecuménico perverso patriarcado, un sentido que sólo existiría en nuestra imaginación. Sin embargo, se desvanece la sospecha en la utilización metodológica del transexual ecuménico perverso patriarcado; oscura y de doble sentido de su ética, y, moral desde el origen de la civilización, que en el presente lo ejemplifica con “las leyes sexistas aprobadas recientemente”. El transexual ecuménico perverso “parlamento patriarcal”, no tiene en cuenta más que uno sólo de los sentidos en que la Ley puede interpretarse; pero el feminismo descubre el otro. Así, cuando oye el reclamo femenino, exclama “ya sabemos de qué se trata” y la mujer tiene que preguntarse cómo es eso posible, ya que nunca antes, en milenios, se habían pronunciado. Lo femenino tendría que dar a esta hipócrita conducta, el sentido que realmente tiene en lo inconsciente del transexual ecuménico perverso varón; esto es, el de un reconocimiento de su irresoluble perversión y ambigüedad sexual, donde el transexual ecuménico perverso patriarcado “pretende” ignorar su alcance en relación de su conducta paranoica. Pero lo femenino, nos daría realmente la traducción a la verdad consciente que representa el transexual ecuménico perverso varón, que constituye un triunfo del “equivoco” el poder expresar la verdad y delirio paranoico por medio de una sola forma expresiva; la irresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón. Llenas de tales “equívocos”, está la “normativa legal” de la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, en las que fundamenta la situación femenina, al mismo tiempo que procura en su contradictoria ética y moral, el aplicarla sobre la mujer para desembarazarse de su “inoportuna” presencia, en el contexto de lo “humano”; legalidad con “las leyes sexistas aprobadas recientemente” que en realidad va dirigida a los varones que, a la inferior condición de la mujer. Desde la transmisión oral, escrita y actual, ese doble sentido del Estado de Derecho se basa en el “simbolismo”, que ya encontramos en el origen de la rebelión en la horda primordial; es decir, la equivalencia del Totemismo y el Tabú, con el desprecio a la mujer y con el proceso edípico “olvidado”. Hace largo tiempo, que la mujer se ha “acostumbrado” a estar sometida y para lo femenino es muy “apropiado”, recibir aquello que el macho se digne ofrecerle; es una realidad “discursiva” que se transparenta directamente en las acciones del transexual ecuménico perverso patriarca.
Un penoso “conflicto” que la mujer padecería sería; ¿Cómo admitir que el patriarcado es el padre, el hermano, el compañero, el dirigente, el ecuménico, etc., y que en esta regla no habría excepción?
Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
“El feminismo es única y absolutamente la mujer”
Un travesti o un trans; no es una mujer
El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente.
Buenos Aires
Argentina
11 de junio de 2023
Osvaldo V. Buscaya (1939)
Psicoanalítico (Freud)
*Femeninología
*Ciencia de lo femenino
***************
Graduada en Filosofía por la UVA. Máster en Filosofía Teórica y Práctica por la UNED. Feminista abolicionista, republicana y defensora de la educación pública. Anticapitalista.
8 de junio de 2023
Núñez Feijoo ha anunciado que, si se convierte en el próximo presidente, eliminará algunos Ministerios, entre ellos el de Igualdad, cuyas competencias se integrarían en otro, probablemente uno que aglutine los asuntos de Sanidad y Servicios Sociales, perdiendo recursos, relevancia y visibilidad el objetivo de alcanzar la igualdad y poner fin a la violencia contra las mujeres. Es una mala noticia. Las tareas pendientes para lograrlo se cuentan por centenas y no sobran manos, ni recursos, ni instituciones que se dediquen en cuerpo y alma a un fin tan noble como urgente.
Erradicar la demanda de prostitución; impedir la explotación reproductiva; fulminar la pornografía, penar su venta, distribución y consumo online; mejorar los servicios públicos para facilitar la corresponsabilidad y la conciliación; mejorar los recursos de atención a las víctimas de violencia sexual y de género son sólo algunos de los aspectos más urgentes. Tanto como, sobre todo, invertir en su prevención, con una correcta educación de ambos sexos, responsabilizando a los hombres para abandonar los mandatos sexistas y violentos para los que han sido socializados, con independencia de que no todos los cumplan. Y a poder ser sin pamplinas introducidas por el suavón “el patriarcado nos oprime también a nosotros, jope”.
No menos urgente es corregir las leyes sexistas aprobadas recientemente. Igualmente, promover una educación afectivo sexual integral que, además de enseñar la prevención de las enfermedades de trasmisión sexual y los embarazos no deseados, eduque integralmente a los y las adolescentes en materia de sexualidad, lo que obliga a ofrecerles una visión positiva y responsable del sexo, siempre con información acorde a su grado de madurez, como un espacio en el que la comunicación, la libertad, el respeto y el escrupuloso cuidado por el bienestar, la igualdad y la dignidad del otro y de uno mismo a través del buen trato, el afecto y la complicidad son ingredientes indispensables.
Que Montero y su pandilla, pues no merecen referencia más seria, hayan convertido a una institución tan importante y digna como un Ministerio dedicado a superar la desigualdad entre los dos sexos en un carajal que invita a la burla y a la vergüenza ajena no demuestra la inutilidad del Ministerio ni la impertinencia del fin para el que fue creado. Sólo demuestra que Lledó tenía mucha razón cuando sentenció que el problema no son los imbéciles, sino los imbéciles con poder.
Espero que, cuando vuelva a existir, sea para estar dirigido por cabezas instruidas, feministas y dispuestas con el mayor empeño de servir a la ciudadanía y particularmente a las causas más justas. Para que ninguna mujer sea prostituida. Para que ninguna mujer sea objeto y víctima de la pornografía. Para que ninguna mujer sea explotada reproductivamente. Para que ningún demandante de prostitución, ni de pornografía, ni para que ninguna persona o pareja pueda comprar impunemente a niños y mujeres en el extranjero como quien acude a una feria de ganado. Para que las campañas de concienciación contra las violencias y todos los recursos destinados a su prevención sean efectivos y constantemente puestos al servicio de la ciudadanía. Para que la educación en igualdad y afectivo-sexual sea vertebrada por la ciencia, el respeto y la igualdad entre los sexos. En definitiva, para que el Ministerio deje de ser el chiquipark particular de un grupito de influencers jugando a mandar y a hacer gamberradas estridentes que sólo han producido rechazo, confrontación, burla y, lo que es peor, un perjuicio irreparable para todas las mujeres que viven en España. El Ministerio de Igualdad no debe desaparecer. Deben desaparecer las y los incompetentes que lo ocupan.